La matemática no fue la excepción; para esas épocas ya se conocía la geometría que habían trabajado los griegos, la aritmética y el álgebra eran aplicadas en la solución de muchos problemas, pero faltaba un mejor desarrollo ya que solo se manipulaban cantidades constantes.
A finales del siglo XVII y buena parte del XVIII, muchos matemáticos contribuyeron a darle un giro a la matemática de las constantes, introduciendo las primeras ideas sobre las magnitudes variables. Estos personajes fueron: Descartes, Fermat, Kepler, Newton, entre otros. Las ideas de las variables o variación fuero claves para buscar la solución a cuatro problemas aún sin resolver:
1.- El problema de las cuadraturas (áreas) de aquellas figuras que tenían lados curvos.
2.- El problema de las rectas tangentes.
3.- El problema de los puntos máximos y mínimos de las curvaturas.
¿Qué estudia el cálculo diferencial?
La palabra cálculo viene del griego calculus que significa piedra. Se llama así en recuerdo a que el hombre primitivo contaba los objetos que le rodeaban, con piedras. Sin embargo, para nosotros el cálculo es la matemática del movimiento y el cambio. Su importancia estriba en que a través de él, se pueden estudiar sucesos dinámicos en donde las magnitudes cambian.
Para su estudio, el cálculo tiene dos vertientes, una llamada cálculo diferencial y la otra llamada cálculo integral.
El cálculo diferencial es la vertiente del cálculo que investiga la variación de un valor funcional al cambiar una o más magnitudes variables independientes. La segunda vertiente (el cálculo integral) se ocupa del problema de las cuadraturas o sea el inverso al de las tangentes.
Fuente: Varios Autores. Libro de Texto de la UAGro. Matemáticas V Cálculo Diferencial. Pág. 15-20.